La mayoría de las veces no se hace distinción entre respiración diafragmática y respiración abdominal ya que ambos términos hacen referencia al mismo «tipo» de respiración. Un término es más técnico y otro más coloquial.
Como su nombre indica en la respiración diafragmática es aquella en la que el motor principal es el diafragma respiratorio. Como sabemos, aunque es el principal músculo encargado de la respiración no es el único, también está la musculatura intercostal, los escalenos e incluso los abdominales, que según en qué fase de la respiración y según qué tipo de respiración trabajan más o menos. Y cuando se habla de respiración abdominal se hace referencia no al hecho de que trabaje o no la musculatura abdominal sino al hecho de que cuando en la inhalación el diafragma respiratorio se mueve, desplaza a los órganos abdominales y da la impresión de que el abdomen se hincha.
Por ello cuando decimos respiración diafragmática describimos cómo se realiza (con el diafragma) y cuando decimos respiración abdominal describimos uno de sus efectos (movimiento del abdomen).
También es interesante saber que la respiración diafragmática puede practicarse de manera independiente o formar parte de la llamada respiración completa, en la cual no sólo se involucra al diafragma respiratorio sino el conjunto de los músculos que producen la respiración, pues busca utilizar toda la capacidad pulmonar. Dentro de la respiración completa es precisamente la respiración diafragmática la que aporta el mayor volumen de aire puesto que el diafragma con su movimiento llena la zona baja de los pulmones (que es la más amplia). Lógicamente, una buena respiración completa se consigue cuando se practica la respiración diafragmática adecuadamente.
Tensión abdominal y respiración diafragmática.
El diafragma respiratorio es un gran músculo que separa el tórax de los órganos abdominales. En la respiración diafragmática, para producir la inhalación el diafragma se estira y «baja» hacia el abdomen haciendo que el aire entre a los pulmones, y después se contrae y «sube» impulsando el aire hacia afuera. Así, el diafragma empuja a los órganos durante la inhalación haciendo que el abdomen «salga» y se contrae durante la exhalación haciendo que el abdomen se recoja.
Para que esto ocurra es importante que el abdomen esté relajado. Si está tenso, impide que el diafragma se mueva libremente. Por ello una de las causas de que la respiración sea insuficiente o superficial es la tensión abdominal. Relajar el abdomen facilita la práctica de la respiración diafragmática, y a su vez, una práctica continuada de respiración diafragmática ayuda a ir relajando las tensiones.
Ventajas de la respiración abdominal
- aporta una gran cantidad de oxígeno
- limpia la sangre y ventila los pulmones
- la respiración diafragmática activa la respuesta de relajación del organismo
- masajea al corazón y estimula la circulación
- moviliza los órganos abdominales
- ayuda al tránsito intestinal
Cómo practicarla: aquí
Y muy importante:
Al practicar la respiración diafragmática o cualquier otra técnica de respiración, ten presente NO Forzar. Al forzar hay tensión, y si hay tensión la respiración se restringe. Tómate tu tiempo, trátate amablemente y sé paciente.